Sin embargo, llegando a la primer década del juego, se anuncia lo que es hasta ahora el último título lanzado de la saga. Respondería bajo el nombre de Devil May Cry Reboot y las primeras imagenes del mismo generaría total controversia entre el séquito de la saga.
Un impostor arrebataría la figura de Dante, un tipejo con look emo y pilchas modernas ocuparía el flamante rol protagonico del nuevo juego. ¿Su nombre?...Dante. ¿Dante? Oh que coincidencia...
Dante el hijo de Sparda. Si, el mismo atorrante que todos vinieron bancando por tanto tiempo, ahora reaparece con una mirada que asqueó a la mayoría de los fans y críticos de videojuegos.
Creyendo que se les venía la noche, este Dante le cerró la cola a todos, ya que el nuevo Devil May Cry fue muy bien acojido por la crítica y hasta algunos fans se sacaron la careta y pegaron el grito en el cielo.
Si bien perdió algunos elementos clichés del juego (Puzzles, Dante presumiendo nuevos arsenales) el juego gustó debido a la jugabilidad (las armas, facilidad a la hora de aprender combos, la forma de torturar a los bichos) la historia es atrapante y los gráficos superan a su antecesora (DMC4) como también las sádicas puteadas que se dicen los jefes con Dante.
A pesar de todo, el juego continuo en el ojo de la tormenta...y todo por qué? Por Donte...digo, Dante.
Ahora bien... ¿Tanto lio por un cambio de look? En la siguiente entrada analizaremos al Dante impostor y al Dante "auténtico". Veremos quien merece la muerte realmente...
Todos acordamos que ambos Dantes son jóvenes, pero se dice que el Dante de DMC3 es un poco más grande que el de la última entrega. Aún así, yo creo lo opuesto, debido a que en la tercer entrega, nuestro protagonista parece ser más inmaduro todavía, haciendo chistes a raja tabla, pasándose por las bolas absolutamente todo y comportándose como un pajero con las chicas.
Para el último juego, tenemos un Dante que si bien todavía conserva esta actitud revoltosa, parece tomarse las cosas con otro tipo de carácter, siendo algo más firme en sus decisiones e incluso mostrándose algo más "afectivo" con sus relaciones interpersonales, tal como pasa con su hermano Vergil y la misma Kat.
Si bien la historia muestra sus diferencias, ambos demonios son menospreciado por los de su linaje en ambas historias y quienes se lo crucen tienen el afán de matarlo.
Qué cosas tienen en común el impostor y el auténtico chaval? Bueno... ambos gustan de matar demonios, comer pizza, darle al alcohol y por supuesto... tener sexo.
En la tercer entrega del juego, no tenemos casi ningún dato de los intereses más "perversos" de nuestro protagonista, solo sabemos que adora comer pizza, tocar instrumentos musicales y coquetear con chicas que le resultan atractivas. Como dato de color, Dante vive cerquita de un club de strippers...
En el último juego, todos estos datos que sabemos pasan a un nivel más explícito. Se sabe que le gusta ir a los clubes nocturnos (llámese boliches o discotecas) tomar alcohol desmedidamente y tener sexo casual con cuantas mujeres desea. Esto se debe a que Dante busca la forma de hacerle frente a un problema que deja más en descubierto que en el tercer juego, que es el problema de la soledad. Él le dice a su hermano que la única forma que encontraría a su problema era "matando demonios y follando". También se sabe que ha tenido muchos problemas de conducta que lo llevaron a internarse en un psiquiátrico, escapándose reiteradas veces y teniendo frecuentes problemas con la yuta.
Debido a todos estos problemas, Dante es tachado como un alcohólico, con un severo historial de violencia y un enorme historial de depravación sexual, según informaría Bob Barbas para que, en vano, lo difame aún más.
Más allá de todo el bardo que recibiría, se puede apreciar un lado más protector que en la tercer entrega a lo que respecta con las mujeres, tal es el caso de Kat. Parece que a la muchacha le tomó afecto, motivo que lo ha dejado muy preocupado cuando esta fue secuestrada por Mundus.
Sin embargo... nuestro "verdadero" protagonista nunca ha dejado de demostrar ser un sentimental. A pesar de que siempre se hace el piola con todos, en el final del DMC3 él llora por la supuesta muerte de su hermano, como también lloraría al creer erróneamente que Trish fuese asesinada por el temido demonio que mató a su madre.
Dante también demuestra sufrir soledad como nuestro protagonista en DmC, solo que este no demuestra con qué busca la forma de hacerle frente a ese problema
Ambos son pajeros, desmedidos, insolentes, temerarios... pero con una personalidad que no a cualquiera mostrarían. Ambos demuestran sus lados humanos, hechos que al parecer no sienten vergüenza de demostrarlo a contraste de Vergil, ya que este considera que los humanos son débiles.
La conclusión final que llevé con este análisis es que el 'nuevo' Dante es más grotesco que su antecesor. Creo que en eso se diferencia y podría ser un motivo chocante.
Aún así, yo considero que el hecho de que le hayan cambiado el color del cabello no es un motivo para descalificarlo a él y al juego... algo que me parece estúpido, ya que como bien analicé acá, el personaje tiene otra pinta pero tiene su esencia.
Si fuera por sus más devotos fans (o mejor dicho, parte de ellos) desearían que este impostor estuviera tumbado en la papelera de reciclaje y jamás se reprodujera. Pero no olvidemos que si bien las respuestas de los fans son importantes, los de la empresa manejan acciones más pesadas de las decisiones que pueden implicar un fan. So...
La vida de este nuevo personaje está en la incógnita. Aunque a pesar de todo el escándalo podríamos concluir que la gente terminó perdonándole la vida cuando jugaron DmC y supongo que tendría una muy buena aceptación si es que sale la secuela del mismo...
Aunque yo preferiría que le den bola devuelta a la saga original primero, y después pongan las barbas en remojo con Reboot.
